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Lun, Sep

Telecomunicaciones

Andy Grignon participó como conferencista en el Festival El Dorado, que se realizó en Bogotá y que reunió a líderes de la industria creativa.

“Creamos un producto que la gente quiere que lo vean con él. De hecho, tener un iPhone es inmediatamente un signo de éxito, de ser popular y eso es lo que hace único a Apple”, así resume el ingeniero estadounidense Andy Grignon la forma como la compañía de la manzana ha cambiado al mundo. Grignon, quien participó en el proceso de desarrollo del primer prototipo del iPhone, fue director y jefe de producto y software y colaboró en la creación del software del iPod QuickTime además de iChat y iSight (actual FaceTime).

“Apple solía tener una cultura de ‘nerds’ que creaban muy buenos productos. Luego empezamos a tener un poco de éxito gracias al iPad y después con el iPhone creamos un producto que definía una cultura diferente. No eran ‘nerds’ construyendo tecnologías que iban a cambiar el mundo era un pensamiento de crear algo que iba a ser usado por millones y millones de personas”, dijo en entrevista con EL TIEMPO.

Además de trabajos de investigación su tarea consistió en crear el software que transformó el 'modo' iPod en un teléfono con pantalla táctil. Es decir cambiar la rueda de clic del reproductor de música, que se usaba para controlar el volumen, a la función de marcar los números del 0 al 9 y el abecedario para enviar mensajes de texto. Salió a la luz en 2007 y aunque muchos vaticinaron un fracaso, el iPhone fue el dispositivo que impuso el concepto de smartphone en el mundo y que, sin duda, no solo revolucionó un mercado sino la forma de interactuar.

Pero hacer parte de este proceso fue un desafío. “Todos sabíamos la misión que era crear el primer iPhone. Tener a algunas de las mejores mentes y ponerlas a trabajar a todas en un mismo lugar con una fecha límite era algo difícil de manejar”, señala Grignon, quien participó como invitado en el Festival El Dorado en una conferencia organizada por Mastercard.

“Fueron momentos de presión donde los malos comportamientos salen a la luz, donde se empiezan a gritar porque todos piensan que tienen la razón. Es un ambiente muy complicado, pero era necesario para que Apple pudiera obtener el éxito que tiene hoy”, agrega.

Tener a algunas de las mejores mentes y ponerlas a trabajar a todas en un mismo lugar con una fecha límite era algo difícil de manejar

Y como muchos otros empleados de la compañía, Grignon afirma que trabajar con Steve Jobs era aterrador. “Como creador de producto, fue lo mejor del mundo, no creo que haya nadie que se acerque a lo que es él. Pero en lo personal era muy desafiante, pedía demasiado, teníamos mucho trabajo, así que gritaba mucho. No perdía oportunidad para hacerte entender cuando hacías algo mal pero si hacías algo bien no se pronunciaba”, señala.

Grignon entró como becario en 1995 y duró más de 20 años en la compañía. Hoy trabaja para la firma JP Morgan Fellows y sigue viendo, esta vez desde lejos, la evolución del teléfono.

Sobre el iPhone X, asegura que “es un producto muy decente, pero cuando ves a la gente del común como reaccionan a él, te das cuenta que no está cambiando el mundo y lo que quieren las personas ahorita son productos que cambien el mundo. Sí, es interesante pero estamos en un punto en el que compañías como Samsung, LG o Google están haciendo grandes cosas. Es un campo de batalla con mucho más nivel así que creo que es más difícil ser diferenciado en este espacio”, afirma.

Fuente: El TiempoDiciembre 6 de 2017

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